27 de juliol del 2005

27/07/2005 - Perdiguero


Llegamos de noche. Cruzamos Benasque, recorriendo la cuenca del Río Esera y después de dejar a mano derecha el desvío del balneario, cruzamos el puente del Torrente de Lliterola y aparcamos el coche al borde de la carretera.

La noche es agradable y en pocos minutos ya estamos durmiendo.

Nos despierta un bonito y despejado día. Preparamos las mochilas mientras almorzamos algo y poco después nos ponemos en marcha.

Desde el margen izquierdo del torrente parte un sendero que remonta el pinar y sale al Llano de Llosero (1700 m). Continuamos por la suave y herbosa ladera derecha, perdemos de vista el curso de agua y damos un rodeo para superar un tramo pedregoso que nos lleva al rellano del Turonet de l'Amorriador. Entonces reaparece el torrente, descendemos un poco, hasta la confluencia de los barrancos de Lliterola y de las Fitas de Perdiguero. A la izquierda queda la cabaña de Forcallo (1990 m). Ya que vamos con tiempo y pensamos estar un par de días por aquí arriba, nos desviamos para echarle un vistazo a la cabaña. Cruzamos el puente y llegamos hasta la cabaña.

Esta reformada y es bastante aceptable. Con la excusa descansamos un rato y cuando nos hemos recuperado lo suficiente nos ponemos de nuevo en marcha perdiendo el tiempo de la manera más estúpida intentando reencontrar el camino. Ascendemos siguiendo el curso del torrente y la senda se difumina al penetrar en el angosto Barranco de Lliterola.

Llegados aquí el camino se transforma en un fácil corredor señalizado con hitos y superando una sucesión de plataformas herbosas volvemos al nivel del torrente junto al Ibonet de Lliterola (2470 m). Lo bordeamos por la derecha y cruzamos el torrente continuando por el otro margen. Superados estos pasos trepamos un poco hasta al amplio circo del Ibón de Lliterola (2730 m). Aquí se nota que el viento a empezado a arreciar con fuerza. Antes de llegar al Ibón, giramos a la izquierda avanzando hacia el Collado Ubago. Ganamos altura en busca de la cresta hasta un resalte que obliga a desviarnos un poco hacia la derecha y trepar un poco para retomar la cresta (2950 m).

Una vez en la fácil cresta alcanzamos el Hito E. de Perdiguero (3170 m) sin más complicaciones. El viento es ahora muy fuerte y mientras nos abrigamos unas feas nubes aparecen en el horizonte. Salvamos una suave depresión y alcanzamos el vértice del Perdiguero (3222 m). Proseguimos por la cresta hasta el Hito O. de Pediguero (3176 m).

Una vez de vuelta en el Pico Perdiguero nos tomamos un descanso. Hace mucho viento y a Quico le empieza a doler mucho la cabeza, no creo que sea nada agradable pillar una migraña aquí arriba y tenerla que aguantar todo el día. El viento no ayuda y las nubes cada vez están cada vez más cerca.

Nos ponemos de nuevo en marcha, descendemos por la cresta, en sentido NNE, hasta el Collado Superior de Lliterola (3049 m) y ascendemos un poco para alcanzar la Tuca de Lliterola (3095 m). Seguimos la cresta y ascendemos al Pico Royo (3121 m) y sin perder casi altura, alcanzamos la Punta de Lliterola (3132 m). Desde aquí y siempre por la cresta descendemos un poco y llegamos a la última cima del día, la Aguja de Lliterola (3028 m).

Una vez en la última cima tomamos la decisión, acompañados de un cielo encapotado y el insoportable viento, de volver al coche.

Quedarse a dormir es arriesgarse a pasar una noche muy larga.

Desde aquí, accedemos al Collado Inferior de Lliterola (2983 m) y faldeando por el sur los Picos de Crabioules regresamos al Ibón de Lliterola. Bordeamos por nuestra derecha el Ibón por una senda que discurre entre tarteras y enlazamos con el camino de subida.

Unas finas gotas de agua mojan el parabrisas mientras nos dirigimos a Benasque a comer algo antes de volver para casa.